sábado, 3 de septiembre de 2011

El principio de mis proximos cuatro años (con toda la furia...)

El momento en que miras a tu alrededor, y suplicas por ver una carita conocida. El momento en que te das cuenta que no todos los gordos son simpáticos, y que las flacas altas no estan tan acomplejadas....
Buenos Aires y la concha de tu madre! Todas tus avenidas, tus semaforos lentos y todos tus habitantes que se convierten en estorbos en el mismo instante en que pisan la misma vereda por la que circulo yo. Sin obviar,  el soruyo ferroviario del Sarmiento, con sus putas demoras y servicio tan de mierda, que viajar de Padua a Once se convierte en un evento historico-cultural que nos permite hacer una mera aproximacion a los dias en que los judios eran llevados en trenes hacinados, a los campos de concentracion.
Es crucial ese instante en que caes en la cuenta, que ya no comes en platos de vidrio sino en tapers y arriba del colectivo, que ya no compartis las comidas con tu familia o al menos en tu casa, sino que almorzas o cenas en el colectivo mirando por la ventana y rodeada de extraños, con los temas de Ra-fa-gaaa!♪ de fondo, que el colectivero copado esta escuchando. Pasar más tiempo en la facultad y en el trabajo, que en tu propia casa, peinarte en el baño de la facu como si estuvieras en el de tu casa,  pero sin duda lo peor de todo, es cuando ya comenzas a sentir sintomas de lo que yo he dado en llamar "Sindrome de la llanura semanal", es decir, cuando tus dias pasan a ser todos iguales,monotonia pura compuesta de tus actividades, sean las que sean,  cuando ya no hay distinción entre la semana y el finde, entre lunes o viernes...
Sin embargo, nada como una siesta reparadora en el colectivo, surfeando en tu subconsciente y con esa sensacion de  no poder dormirte en serio porque sabes que vas a terminar en Chacarita, pero que a la vez se te cierren los ojos solos. Sonará medio bizarro, pero es como una lucha interna, en la que terminan por ganar tus párpados, y la campana que anuncia el knock -out es el golpe de tu frente contra la ventanilla o cuando perdes el control de tu propio cuello, y se te va la cabeza para atras, con la consiguiente pérdida de la dignidad posterior frente al resto de los pasajeros...


No hay comentarios:

Publicar un comentario