sábado, 2 de abril de 2011

Que se me caiga el culo, pero en la puta vida vuelvo a pisar un gimnasio!

Entre tantas emociones que te da la vida, se me paso de largo, quizás una de las mejores alegrias que me pudo dar la vida...No hablo de tener otro sobrino, no hablo de haber conseguido trabajo, no hablo de estar de novia. Hablo de algo mucho más emocionante, Señores: NO TENGO QUE IR MÁS A LAS CLASES PEDORRAS DE GIMNASIA QUE TANTO ODIE POR AÑOS!!
No más acostarme a las 4 de la mañana por estudiar y tener que levantarme a las 7 para ir a un super partido de voley entre nueve personas a las 8 de la mañana!
No más profesoras conchudas que te deliran porque no te sale el "golpecito de arriba"... Vení que te muestro como me sale el golpecito de tu cara con mi rodilla, puta!
No más viajar en el Sarmiento a las 8 de la mañana, bancandome la halitosis de los viejos.
No más viejas que se me ponian a charlar en el viaje de vuelta, cuando en lo único que podia era pensar era en la siesta que me iba a mandar a la tardecita.
No más tener que ocultar mis habilidades deportivas para no opacar al resto.
No más almorzar con una mano y con la otra armar la mochila.
No más tener que trotar, ahora no pienso correr ni el colectivo!
No más el sentimiento de "Nunca seré como Gaby Sabatini ;("

2 comentarios:

  1. Che me emocione jajaja... muy bueno! quisiera saber cuando fue inspirado exactamente... se me ocurren muchas escenas ...

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  2. Uh! creo que tuve el mismo sentimiento cuando terminé la secundaria!!!
    Pero no tenía una profesora conchuda, sino un profesor jorobado que, para coronarla, se llamaba BENITO....y como todo adolescente 1/4 nabo, lo llamabamos Benito Kamelas

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